En algún
momento de la vida uno piensa en el futuro, y muchas veces ese futuro está
ligado a una pareja; siempre dije que no estaba buscando una pareja, que la
mujer de mi vida llegaría sin que me dé cuenta, ya que Dios debía ponerla en mi
camino en el momento menos pensado.
Ya habían
pasado algunos años entre una relación y otra, sin que ninguna de ellas termine
en el tan “ansiado” matrimonio, con ninguna pareja me había sentido totalmente
seguro que era la mujer de mi vida. De un momento a otro y sin sospecharlo,
ella estaba ahí, en un inicio no hubo otra relación que no fuese amistad, pero
al pasar del tiempo y de las circunstancias un día ocurrió el primer beso que
me abrió los ojos a esa realidad “el amor había llegado”.
Siempre me
había sentido seguro con las otras mujeres, pero con esta era distinto, ella me
trastornó todo el entorno, me hizo conocer nuevas emociones y nuevos
sentimientos; llevó mi vida a un plano más allá de lo esperado, conocí lo que
eran esas mariposas en el estomago, lo que era extrañar a alguien cuando no lo
tienes cerca, ese dejarse llevar sin temor por nuevos caminos. Así se dio ese
cambio en mi vida, el solitario Charlie dejó de estar solo y se convirtió en
pareja de la mujer más encantadora del mundo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario