martes, 4 de agosto de 2015

El Genesis

En algún momento de la vida uno piensa en el futuro, y muchas veces ese futuro está ligado a una pareja; siempre dije que no estaba buscando una pareja, que la mujer de mi vida llegaría sin que me dé cuenta, ya que Dios debía ponerla en mi camino en el momento menos pensado.
Ya habían pasado algunos años entre una relación y otra, sin que ninguna de ellas termine en el tan “ansiado” matrimonio, con ninguna pareja me había sentido totalmente seguro que era la mujer de mi vida. De un momento a otro y sin sospecharlo, ella estaba ahí, en un inicio no hubo otra relación que no fuese amistad, pero al pasar del tiempo y de las circunstancias un día ocurrió el primer beso que me abrió los ojos a esa realidad “el amor había llegado”.

Siempre me había sentido seguro con las otras mujeres, pero con esta era distinto, ella me trastornó todo el entorno, me hizo conocer nuevas emociones y nuevos sentimientos; llevó mi vida a un plano más allá de lo esperado, conocí lo que eran esas mariposas en el estomago, lo que era extrañar a alguien cuando no lo tienes cerca, ese dejarse llevar sin temor por nuevos caminos. Así se dio ese cambio en mi vida, el solitario Charlie dejó de estar solo y se convirtió en pareja de la mujer más encantadora del mundo.

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